22.8.05

W95 en una playstation

Mediante el uso del emulador Bochs PSP x86, es posible ejecutar Windows 95 y Linux en PlayStation Portable”. La afirmación ha sido hecha por el sitio Ps2nfo.com, que también publica capturas de pantalla para probarlo. Según se indica, Windows 95 funciona de manera óptima, aunque el sistema operativo demora 10 minutos en ser iniciado.
Ps2nfo.com indica que el manejo del ratón es algo tardío, aunque es totalmente posible usar el sistema de gestión de archivos de Windows, como asimismo ejecutar aplicaciones sencillas como el barreminas.
El emulador Bochs también puede ejecutar DLX Linux en PSP, aunque por ahora sin soporte para teclado.

Nota: Para quienes no tienen el placer de conocerlo Bochs http://bochs.sourceforge.net/
es un emulador GPL bastante bueno, a mi gusto,ahi podemos corres varios sistemas operativos sobre otro, es un chiche para probar sin tener que gastar en una licencia...
l0biz0n

Policía remata computadoras con pornografía infantil

Y bue ya lo dice el dicho a caballo regalado no se le miran...los rigidos

(22/08/2005 18:29 EST): En lo que se perfila como un escándalo de proporciones, la policía de Alemania ha vendido computadoras confiscadas sin antes haber borrado definitivamente el contenido de sus discos duros.

DIARIO TI: La revista alemana “Computerbild” revela en su edición de hoy que la policía de ese país ha rematado computadores mediante un servicio en línea sin haber borrado sus contenidos de manera definitiva.
Según se indica, los periodistas de “Computerbild” pudieron comprar PCs mediante el servicio en línea Zoll-auktion.de, donde la policía, el servicio de aduanas y el servicio de impuestos internos rematan equipos informáticos confiscados en toda Alemania.

Usando un programa gratuito de recuperación de archivos, los periodistas lograron rescatar el contenido de los discos duros. En uno de los PCs encontraron fotografías privadas del anterior dueño, además de pornografía infantil y música neonazi.

Según las informaciones recabadas por la publicación, el PC había sido confiscado en la ciudad de Bonn y luego rematado en Zoll-auktion.de. La situación es interpretada en los siguientes términos por Computerbild: “Al no haber borrado adecuadamente los contenidos del disco duro, la policía ha vendido, sin saberlo, pornografía infantil”.

El escándalo ha motivado la suspensión inmediata de todas las ventas de computadoras usadas en el sitio de subastas Zoll-auktion.de.

Fuente : http://www.diarioti.com/gate/n.php?id=9379this

Protestan por imágenes de Googlearth

Las tropas de EEUU en Irak se han sumado a los directivos de una planta nuclear australiana en su denuncia del servicio Google Earth, que ofrece unas imágenes por satélite tan detalladas que pueden ser un peligro para la seguridad.

El servicio dejó boquiabiertos a propios y extraños cuando Google lo lanzó, en modo de prueba, a principios del verano (boreal): "hace muchos años que no había visto un producto tan estimulante", dijo al respecto el columnista especializado en tecnología Paul Gilster.

"Google Earth es una fuente inagotable de información y entretenimiento", señalaba por su parte el diario "Washington Post".

Y es que, efectivamente, el servicio hace las delicias del usuario que tenga algo de tiempo en sus manos y, eso sí, una conexión a internet lo suficientemente rápida.

Google Earth permite obtener imágenes a vista de pájaro -a unos 300 metros de altitud- de la terraza de tu casa, seguir con todo detalle el Tour de Francia, la trayectoria de un huracán, la temible falla geológica de San Andrés, en California, o pasearse por el cañón del Colorado como si se tratara de un viaje en globo.

Pero era cuestión de tiempo hasta que los problemas con este software -que puede descargarse gratuitamente en la dirección earth.google.com- comenzasen a airearse.

Tal y como ocurrió con el potente servicio de correo electrónico gratuito Gmail, Google Earth también despierta preocupación, sólo que esta vez no a causa de un problema de privacidad -aunque algunos usuarios ya han señalado que se sienten molestos por la publicación de las imágenes demasiado detalladas de la piscina de su casa- sino por la seguridad.

Además de las imágenes de alta resolución, la tecnología da al usuario información precisa sobre las coordenadas del lugar, lo que puede resultar un problema en casos de instalaciones estratégicas, como aeropuertos o bases militares, ya que supuestamente podría ayudar al enemigo a determinar la ubicación de armas o vehículos.

Este es, al parecer, el caso de Irak.

Las imágenes "pueden llevarte exactamente al edificio en el que estamos", señaló el capitán Joshua Thompson, estacionado en la base aérea de Balad, en Irak, a la cadena de televisión NBC.

Las imágenes de esta base aérea tienen un año de antigüedad, pero Thompson señaló que el lugar no ha cambiado mucho desde entonces.

Los militares de Irak siguen los pasos de los responsables de un reactor nuclear cerca de Sydney, en Australia, que a principios de mes mostraron preocupación por el grado de detalle que ofrecen las imágenes.

La nueva tecnología llevó a la Organización Australiana para la Ciencia Nuclear y la Tecnología (ANSTO, por sus siglas en inglés) a pedir a Google que considerase censurar determinada información, tal y como ya ha hecho con fotos aéreas de la Casa Blanca, en la capital estadounidense, que aparecen difuminadas.

Ron Cameron, director de operaciones del organismo australiano, se mostró preocupado, más que por la cantidad de información disponible en este momento por el futuro de una tecnología que podría ir demasiado lejos.

"Nos parece prudente saber dónde nos está llevando esta tecnología", dijo Cameron.

Los portavoces de Google, por su parte, se defendieron señalando que lo que se ve en Google Earth está disponible al público y el gigante informático sólo es el intermediario.

Al margen de los problemas de seguridad, o pesar de ellos, Google Earth se ha convertido en fuente inagotable de entretenimiento y en una ayuda para sobrellevar la a menudo aburrida vida en el puesto de trabajo.

Basta con echar un vistazo a las bitácoras dedicadas a Google Maps o Google Earth: "mi récord para encontrar la Estatua de la Libertad es de 17 segundos. Pero recuerda, soy canadiense", señala el autor del "blog" Google Maps Mania.

Y es que, como señalaba el diario "The Washington Post", Google Earth es una fuente inagotable de distracción, por lo que se ve incluso entre los militares estadounidenses.

Fuente: http://mouse.tercera.cl/detail.asp?story=2005/08/12/15/42/26

17.8.05

¿Biopiratas o biocorsarios?

Este escrito del maestro Stallman me hizo pensar en muchas cosas relacionadas, con la genetica y cosas extra;as que pasan en este planeta
aunque no se si el original habra querido decir eso, o si estara bien traducida la idea.
El peligro de mostrar nuestros marcadores al mundo es demasiado grande.

E D l0biz0n


¿Biopiratas o biocorsarios?
Richard Stallman


Durante decenios, se han venido descubriendo nuevos fármacos a partir de animales y de plantas exóticos. Hoy día, genes de especies y de subespecies raras son también útiles para producir nuevas especies, ya sea por ingeniería genética o por hibridación ordinaria. Los medicamentos, y ahora también las nuevas especies, se suelen patentar. Esto plantea un problema para los países en vías de desarrollo que podrían utilizarlos. Los monopolios de las patentes sobre variedades de animales y de plantas, de genes y de nuevos medicamentos amenazan con perjudicar a los países en vías de desarrollo de tres maneras.

En primer lugar, aumentando los precios de tal manera que la mayoría de los ciudadanos no tenga acceso a estos nuevos desarrollos; en segundo lugar, frenando la produccion local cuando el propietario de la patente lo decide; en tercer lugar, en lo que concierne a las variedades agrícolas, prohibiendo a los agricultores la continuacion de su cultivo como se ha venido haciendo durante miles de años.

Así como EE.UU. --un país en vías de desarrollo a principios del siglo XIX-- se negó a reconocer las patentes de Gran Bretaña --un país desarrollado--, los países en vías de desarrollo de hoy en día tienen que proteger los intereses de sus ciudadanos oponiéndose a estas patentes. Para evitar los problemas causados por los monopolios, no hagamos monopolios. ¿Hay algo más sencillo que esto? Pero para hacer esto los países en vías de desarrollo han de tener el apoyo de la opinion pública mundial. Esto implica enfrentarse a un punto de vista enérgicamente defendido por las empresas: el derecho de los accionistas de las empresas de biotecnología de arrogarse monopolios sin preocuparse por las consecuencias que estos tienen para los demás. Esto implica oponerse a los tratados que EE.UU., persuadido por estas empresas, impone a través de amenazas de guerra económica sobre la mayor parte del mundo.

No es fácil estar contra una idea defendida por tanto dinero. Por ello algunos han propuesto el concepto de "biopiratería" como enfoque alternativo. En lugar de oponerse a la existencia de los monopolios biológicos, esta postura tiene como objetivo entregar al resto del mundo una parte de sus beneficios. La exigencia es la siguiente: las empresas de biotecnología que cometen biopiratería cuando basan sus trabajos en variedades naturales, o en genes humanos descubiertos en países en vías de desarrollo o entre poblaciones indígenas --y por tanto, tendrían que estar obligadas a pagar royalties por ello.

La "biopiratería" seduce a primera vista porque se aprovecha de la tendencia actual hacia poderes monopolistas cada vez más grandes y numerosos. Va en el sentido de la corriente en vez de ir en contra. Pero no resolverá el problema. El motivo es que las variedades y los genes útiles no se encuentran en todos los lugares, y no están repartidos de manera igualitaria. Algunos países en vías de desarrollo y algunos pueblos indígenas serían afortunados y recibirían sumas sustanciales con este sistema, al menos durante los veinte años que dura una patente; algunos correrían el riesgo de enriquecerse hasta el punto de provocar una dislocación cultural, que los llevaría a un segundo episodio una vez se hubieran gastado las riquezas. Durante este tiempo, la mayor parte de estos países y de estos pueblos recibirían poco o nada de este sistema. Los royalties de la "biopiratería", así como el sistema de patentes en sí mismo se convertirían en una especie de lotería.

El concepto de "biopiratería" presupone que es un derecho natural la posesión de una planta, de variedades animales y de genes humanos. Si aceptamos esta afirmación, es difícil poner en cuestión el derecho natural de las empresas de biotecnología de poseer una variedad artificial, un gen o un fármaco y será por lo tanto difícil rechazar la exigencia de los accionistas de un control total y mundial sobre su utilizacion.

La idea de la "biopiratería" ofrece a las multinacionales, y a los gobiernos que trabajan para ellas, una vía fácil para cimentar definitivamente su régimen de monopolio. Mostrándose magnánimas, pueden conceder una pequeña parte de sus ingresos a algunos pueblos indigenas afortunados; a partir de este momento, cuando alguien se cuestione si las patentes biológicas son una buena idea, las empresas podrán citar a estos pueblos indígenas junto con el mito del "inventor genial muerto de hambre" para desmentir a quienes los impugnan como saqueadores de oprimidos.

Lo que de verdad necesita la gente que se encuentra al margen del mundo desarrollado, para su agricultura y su medicina, es liberarse de todos estos monopolios. Tienen que tener libertad para fabricar medicamentos sin pagar royalties a las multinacionales. Tienen que poder cultivar y criar todo tipo de plantas y animales para la agricultura; y si deciden utilizar la ingeniería genética, tendrían que poder realizar las modificaciones genéticas que respondan a sus necesidades. Un décimo de lotería a cambio de una parte de los royalties gracias a algunas variedades y a algunos genes no compensa la pérdida de su libertad. En efecto, es condenable que las empresas de biotecnología conviertan los recursos genéticos naturales mundiales en monopolios privados, pero lo que es verdaderamente condenable no es acaparar la propiedad legítima de otro, sino privatizar lo que tendría que ser público. Esas empresas no son biopiratas. Son biocorsarias.1


Traducción castellana del inglés: Marisa Pérez Colina & Miquel Vidal


Copyright ©1997, 1999, 2000 Richard Stallman
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